Hace tiempo ya que la tecnología viene ocupando diferentes áreas de nuestra vida cotidiana muchas veces sin ser percibida, no sólo colonizando espacios sino también, reemplazando materiales y transformando nuestros gustos y preferencias casi sin darnos cuenta. No son pocas las noticias de nuevas aplicaciones que pueden sorprendernos, ya que aceptamos con menos credulidad las revolucionarias novedades que van surgiendo.
Y entre las innovaciones está la aplicación de la nueva tecnología a las telas. Ya hace un tiempo que oímos hablar de los llamados electro-textiles que pueden conducir impulsos eléctricos y reproducir música MP3.
Algunas empresas, como DuPont, están produciendo hilos que pueden transmitir corriente eléctrica. Estos hilos están hechos de fibra sintética que se tejen en el algodón o el poliéster desarrollando una nueva clase de telas, dadas a conocer como electrotextiles. Estas fibras pueden conectarse a chips y baterías y así crear circuitos, para diversas aplicaciones.
Ya se están utilizando en la tapicería de vehículos, pudiendo obtener el peso de un pasajero y ordenar al airbag que regule su fuerza según ese peso. Pronto serán una realidad en mantas, asientos, en camisas, pantalones y abrigos.
En otra línea de investigación científicos europeos trabajan en el desarrollo de una tela que, según dicen, será capaz de monitorear la salud de quienes la usen.
El proyecto bautizado como «Biotex: fibras textiles biosensibles para el control de la salud» está financiado por la Unión Europea y consiste en la incorporación de sensores ópticos eléctricos y electroquímicos en piezas de ropa para controlar continuamente los fluidos corporales, sangre, sudor y orina, de personas convalecientes, o que padezcan enfermedades crónicas así como deportistas que se hayan lesionado, etc.
Por si esto fueran pocos ejemplos, científicos del Instituto de Tecnología de Georgia, en EE. UU., están trabajando en la fabricación de tejidos que generan electricidad cuando se estiran, friccionan o, son movidos por el viento.
El estudio, se basa en un efecto conocido ya en el siglo XIX como piezoeléctrico es retomado ahora en numerosos proyectos para generar energías limpias. Por ejemplo, las empresas de ferrocarriles japoneses están investigando con alfombras que transformarían la presión de las pisadas de los de viajeros por estaciones y andenes en electricidad utilizable.
Pero es la firma Indarra DTX de diseño de Buenos Aires que se encuentra experimentando con tecnologías aplicándolas a la fabricación de ropa moderna.
Así la cazadora solar es lo último en alta moda tecnológica. Lanzada en la Feria Puro Diseño por la diseñadora argentina Julieta Gayoso, la campera solar es una prenda preparada para transportar múltiples dispositivos electrónicos. Tiene unos 30 bolsillos e incluye paneles solares para recargar los dispositivos.
Esta era de intercambio digital, con tecnología que nos permite compartir textos, sonidos e imágenes, como nunca antes se había podido, parece no tener límites.
Camino a un nuevo concepto del vestir, esta ropa responde a los tiempos que vivimos.
Saludos desde Gran Canaria.
Le invito de todo corazón a leer el último artículo de mi blog.
En él trato algo que aconteció con el Banco Santander Central Hispano, y puesto que estas entidades financieras son entidades públicas con ánimo de lucro conviene que esté ojo avizor para que el lucro no provenga del engaño hacia su persona, como sí me ocurrió a mí.
Que de mi mal trago aprenda el resto… esa es mi intención.
Sobra decir que puede curiosear el resto de mis entradas, quizás le gusten.
Siempre será bienvenido.
Un fuerte abrazo desde tierras meridionales.